¿Fanático de los vinos? Aprende a diferenciarlos

Desde miles de años A.C, se han encontrado evidencias del uso del vino como bebida, sea ritual o de festejo. Ya en Egipto, Grecia y Roma se adoraba al dios Baco, y en la última cena Jesús ofrece a sus discípulos una copa de este licor en representación de su sangre.

Además de su delicioso sabor, el vino tiene algunas cualidades que tal vez desconoces, sus propiedades antioxidantes nos ayudan a retrasar el proceso de envejecimiento de las células, por lo que mejora la función cognitiva, reduce el riesgo de cáncer, e incluso combate la grasa.

Ya con esto claro, vamos a explicarte sobre su clasificación y la manera en la puedes aprender a diferenciarlos más allá que entre tinto, blanco y rosado.

Según su color

Este es dado por un compuesto presente en la capa exterior de la uva que se extrae a través de la maceración.

El tinto se obtiene a partir de uvas tintas, estas pueden ser de diferentes cepas, y dependiendo de estas se obtienen las diferentes clases de tinto. Entre ellos están el Merlot (vino tinto suave con aromas a cerezas, ciruelas y notas a hierbas); el Cabernet Sauvignon (una de las mejores variedades de uva del mundo); el Malbec (nota con sabor a ciruelas, moras y especias); el Pinot Noir (con notas de té, tierra húmeda y/o cuero) y el Sangiovese (sabor a frutos rojos), entre muchas otras cepas. Lo ideal es que el vino tinto se sirva a una temperatura de entre 16° y 18°C.

El blanco es obtenido a partir de uvas verdes y suele tener una vida más corta. Este, al igual que el tinto, es obtenido de diferentes cepas o variedades de uva; algunas de las variedades más populares son Chardonnay (posee sabores cítricos y frutales); Sauvignon Blanc (algo más picante y especiado), Riesling Y Chenin Blanc. Lo ideal es tomarlos frescos, pero no muy fríos, ente 7° y 10° C es la temperatura recomendada.

El vino rosado se obtiene a partir de uvas tintas que se maceran por corto tiempo, lo suficiente para obtener algo del color tinto, pero con un sabor más parecido al blanco. Pueden obtenerse casi a partir de las mismas cepas que el vino tinto, y se pueden clasificar como regulares (still rosé), y espumosos (sparkling rosé). como el champagne. Para los vinos rosados se recomienda una temperatura de servicio entre los 6 y 8º C.

Según el envejecimiento

El vino joven o sin crianza, es un vino con menos de seis meses en barrica; el vino de crianza, es un vino mínimo con dos años de envejecimiento, de los cuales 6 meses son en barrica; el vino de reserva es un vino con tres años de envejecimiento, y mínimo un año en barrica; finalmente el gran reserva es un vino con cinco años de envejecimiento, de los cuales al menos 18 meses son en barrica.

Según la cantidad de azúcar

Los vinos tranquilos (No tienen gas carbónico. De forma genérica se suele llamar vino a cualquier vino tranquilo) se pueden clasificar en:

Seco, con menos de 5g de azúcar por litro de vino.

Semiseco, con entre 5 y 30g de azúcar por litro de vino.

Semidulce, con entre 30 y 50g de azúcar por litro de vino.

Dulce, con más de 50g de azúcar por litro de vino.

Los vinos espumosos (vino con presencia de gas carbónico) se pueden clasificar en:

Brut nature, con hasta 3g de azúcar por litro, sin ser añadido.

Extra-brut, con hasta 6g de azúcar por litro.

Brut, con hasta 12g de azúcar por litro.

Extra seco, con entre 12g y 17g de azúcar por litro.

Semiseco, con entre 17g y 32g de azúcar por litro.

Seco, con entre 32g y 50g de azúcar por litro.

Dulce, con más de 50g de azúcar por litro.

Esta es una clasificación muy general, pero con ella podrás identificar fácilmente los tipos de vinos. Si quieres conocer mucho más de esta bebida, puedes pedir tu botella a través del portal vinoparami.com, allí te darán las mejores recomendaciones y toda la información sobre el vino que buscas.

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